En tiempos de pandemia movimientos y organizaciones defienden el derecho a una vida digna
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Organizaciones populares, movimientos, partidos políticos y plataformas internacionales se han unido para fortalecer la lucha contra el imperialismo y defender al pueblo en medio de una crisis global intensificada
La rápida propagación de la pandemia del COVID-19 ha trastornado la vida cotidiana de la gente en todo el mundo. Miles de millones están en diversas etapas de “confinamiento” y el “distanciamiento social” se ha convertido en un término universal. Las locuras y las debilidades de los líderes mundiales – desde Trump y Boris Johnson hasta Narendra Modi y Cyril Ramaphosa y muchos otros – están a la vista. Estamos claramente en medio de una crisis mundial.
La crisis puede no tener precedentes, pero no es nueva. No nos olvidemos que hace apenas dos meses estábamos considerando la posibilidad de una guerra desastrosa tras el descarado asesinato del general iraní Qassem Soleimani por parte de los Estados Unidos. El golpe en Bolivia y los repetidos intentos de golpe en Venezuela han marcado una nueva bofetada a la soberanía de los pueblos de América Latina. En todo el mundo millones continúan sufriendo extrema pobreza, falta de vivienda y violencia estructural. Todo esto era la vida “normal” antes de la crisis.
La propagación de la pandemia no ha hecho más que aumentar y exponer muchas de estas contradicciones. Como siempre, los más vulnerables son los pobres, los migrantes, los refugiados y las minorías. Mientras tanto, está claro que los trabajadores esenciales en esta época de crisis no son los banqueros ni los administradores de fondos especulativos, sino las enfermeras, los limpiadores, los empleados de tiendas de comestibles, los trabajadores de la salud, la clase trabajadora. También vemos las verdaderas prioridades de los líderes del capitalismo y del imperialismo. Los líderes de la ultraderecha como Donald Trump y Jair Bolsonaro están dispuestos a poner en riesgo las vidas de su gente para mantener los mercados en funcionamiento.
La pandemia también ha puesto de relieve los riesgos de la falta de inversión en salud e infraestructura públicas que se ha acelerado bajo el régimen económico neoliberal y que fue un factor importante en la recesión económica que estaba en marcha antes de que el COVID-19 paralizara el mundo.
Esta crisis sistémica más profunda sobre la cual las personas de izquierda y progresistas llevan años llamando la atención, es un resultado directo del orden mundial neoliberal imperialista que coloca a las ganancias y a la acumulación de riqueza sin precedentes por encima de la protección de las personas y la garantía de sus derechos básicos.
En este contexto, las fuerzas progresistas de todo el mundo se han unido para convocar a una Jornada Internacional de Lucha Antiimperialista que se celebrará en la segunda mitad de 2020 con el fin de denunciar las acciones de las fuerzas imperialistas y su impacto en la vida de los pueblos del mundo y en el propio planeta. Las organizaciones afirman que “el imperialismo está poniendo el futuro de la vida en el planeta en riesgo con sus políticas militaristas de intervención y agresión y catastrófica degradación ambiental”
COVID
En el marco de la pandemia de coronavirus, estas organizaciones han llamado a la lucha contra el intento del sector capitalista de hacer que la clase trabajadora y las masas soporten las consecuencias de los costos de esta crisis, como sucedió ocurrió tras la crisis financiera de 2008.
Las organizaciones han hecho una serie de demandas a la luz de la crisis. Entre ellas, poner todos los recursos públicos y privados para hacer frente a la pandemia, prestando atención a las necesidades de los más vulnerables. También han llamado a un recorte inmediato de los gastos militares y la utilización de los recursos así obtenidos para“que se construya un sistema de seguridad humana que invierta todos los recursos del planeta en defensa de la vida digna”. El fortalecimiento de los sistemas sociales, la promoción de una vida digna para todosy el fin de las criminales sanciones unilaterales impuestas por los Estados Unidos son otras de las demandas clave. Las organizaciones también han llamado a la solidaridad con todos los trabajadores de la salud y entre todas las personas en una época de crisis humanitaria internacional.
Las demandas señalan la naturaleza imbricada de las luchas contra la pandemia y contra el imperialismo. Las sanciones de Estados Unidos sobre más de 50 países y su política de militarismo (por ejemplo, las 800 bases militares extranjeras) no son solo una barrera para la paz mundial, sino que también impiden el gasto en infraestructura vital que podría ayudar a los países en crisis como la pandemia del COVID-19. A esto se suma el control de los Estados Unidos y Europa sobre las palancas de las finanzas internacionales y su defensa de las duras políticas de austeridad que han dejado a muchas partes del mundo totalmente sin preparación para hacer frente a una crisis de esta naturaleza.
El surgimiento de movimientos de extrema derecha y su ascenso al poder en muchos países han servido para distraer a las masas de los problemas estructurales del capitalismo y dirigir su rabia y su frustración hacia los sectores más marginados de la población. Mientras tanto, esos gobiernos han exacerbado la miseria y las condiciones precarias de la clase trabajadora y los grupos marginados mediante la aplicación de políticas económicas de derecha.
Unidad popular contra la derecha
En respuesta al drástico empeoramiento de las condiciones de la clase trabajadora en todo el mundo, movimientos populares, organizaciones, partidos políticos, sindicatos, movimientos por la paz y redes de intelectuales han hecho la convocatoria a una Jornada Internacional de Lucha Antiimperialista en la segunda mitad de 2020.
Durante la Jornada se realizarán actividades culturales, seminarios, actividades de formación política y movilizaciones de masa con el objetivo de resaltar los peligros del imperialismo para la gente y llamarlos a superar este momento de incertidumbre. La declaración afirma: “sabemos que en nuestra movilización radica nuestra fuerza”.
Entre las organizaciones y plataformas que participan en la Jornada están La Vía Campesina, la Marcha Mundial de las Mujeres, ALBA Movimientos, la Asamblea Internacional de los Pueblos, el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil, Vía Democrática de Marruecos, el Partido de los Trabajadores de Túnez, el Partido Socialista de Zambia, el Partido Comunista de Nepal, el Partido Comunista de España, el Partido de la Izquierda Europea, el Partido Comunista de Portugal, el Sindicato Nacional de Metalúrgicos de Sudáfrica, y Frente Patria Grande de Argentina.